En 1986 la UNESCO organizó un trsacendental simposio bajo el título genérico de "La ciencia y las fronteras del conocimiento", que reunió a eminentes científicos de todo el mundo, algunos de ellos premios Nobel. Se trataba de analizar la situación de la ciencia en el momento actual y dio como fruto la conocida como "Declaración de Venecia", un documento de importancia capital, especialmente para las ciencias sociales.
- Nos encontramos en una profunda revolución en el campo de la ciencia, generada en gran parte por el desarrollo de la física y la biología. Existe una significativa brecha entre la nueva ciencia surgida del estudio de los sistemas naturales y los valores que siguen prevaleciendo en la filosofía, las ciencias sociales y la vida en las modernas sociedades, estos valores están basados en un determinismo mecanicista y en el positivismo. Esta discrepancia es un profundo peligro para la sobrevivencia de la vida sobre la tierra.
- El conocimiento científico actual ha alcanzado el punto donde puede empezar a integrarse con otras formas de conocimiento. En este sentido y reconociendo las diferencias entre ciencia y tradición se ve que éstas pueden ser complementarias más que contradictorias. Este nuevo y rico intercambio entre ciencia y las diferentes tradiciones del mundo, abre la puerta a una nueva visión de humanidad, y a una nueva racionalidad que será la base de una nueva perspectiva científca.
No se intenta establecer sistemas cerrados que contengan una nueva utopía, se reconoce la necesidad urgente de una investigación transdiciplinaria a través de un intercambio dinámico entre las ciencias naturales, las ciencias sociales, arte y tradición. Esto sugiere que el modelo transdiciplinario es inherente a nuestro cerebro a través de una interacción dinámica de los dos hemisferios. Integrar la investigación de la naturaleza y de la imaginación, del universo y del hombre, nos dará una mejor visión de la realidad para enfrentar los retos de nuestro tiempo.
- La manera convencional de enseñar la ciencia a través de una presentación lineal, enmascara la separación entre la ciencia de frontera y las visiones obsoletas del mundo. Existe la angustiosa necesidad por nuevos métodos educativos que surjan de lo más nuevo del progreso científico, este desarrollo educativo estará en armonía con las grandes tradiciones culturales. Aplicar esta visión es esencial. La UNESCO es la organización apropiada para promover estas ideas.
- El reto de nuestro tiempo -el riesgo de la destrucción de nuestras especies, el impacto de los nuevos descubrimientos, las implicaciones de la genética, etc.-arrojan una nueva luz sobre la responsabilidad de la comunidad científca sobre el uso del conocimiento que ellos producen. Aunque los científicos no deberían preocuparse del uso que se dará a sus descubrimientos no deberían quedarse pasivos cuando sus descubrimientos son usados en una mala dirección. La visión de la magnitud de los retos nos obliga a que, de un lado, la nueva ciencia tenga información fluida y confiable para el público en general y por otro, establecer mecanismos multi y transdiciplinarios para guiar la toma de decisiones.
- Se espera que la UNESCO considere este simposio como el punto de partida e inicie una reflexión encaminada a desarrollar un espíritu transdiciplinario y universal. Esta declaración de Venecia, avalada por la UNESCO representa el nuevo espíritu científico y educativo que es necesario implementar en las mentalidades de fin de siglo. La ciencia de frontera representa una alternativa para superar los complejos problemas que hoy vivimos, nos invita a replantearnos nuestro lugar en el planeta y en el universo, a integrar nuestra vida en un orden ético universal. La nueva ciencia abre una nueva visión de la humanidad.