LA SOCIEDAD MASÓNICA
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LA SOCIEDAD MASÓNICA
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Por ARIEL NÚÑEZ
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Marzo 12, 2012
Los Masones tenemos la Patria en todo el mundo, e indiscutiblemente que todos los hombres virtuosos son nuestros compatriotas. Desde luego, que como Sociedad estamos sometidos a leyes comunes. Estas líneas que trataré de concatenar en torno a la masonería, tal vez les parezcan a ciertos lectores ya conocidas, esos hermanos fueron iniciados en los augustos misterios de los masones. Empero, para otros, y sin afán de sorprenderlos y quererles dejar mi escrito como verdad absoluta y certera, pediré que recojan lo que les parezca mas fiel al comportamiento del ser común y corriente y que nosotros llamamos neófito.
Buen principio es, entre nuestras filas, que a los iniciados, no se les exija para ser miembros, que abjuren a sus principios, y respeta en ellos sus dogmas peculiares. A la Sociedad Masónica le satisface y bastante, saber que creen en Dios, en la inmortalidad del alma, y como contestó sorpresivamente un recién iniciado, cuando se le preguntó si creía en Dios, respondió: …”Y en su naturaleza”.
Cabe mencionar que dentro del Programa Masónico, litúrgicamente hablando, y como mensaje dirigido a todo aquel que manifieste interés por matricularse masonicamente, uno de sus principales párrafos dice: …”Deseando la SOCIEDAD MASÓNICA que todo el que manifieste interés en pertenecer a ella, se libre del riesgo de sufrir un desengaño, y queriendo dar en tiempo oportuno una prenda de su buena fe, considera justo dar a los aspirantes ideas bien exactas tanto para que se instruyan en el verdadero objeto de la Sociedad, cuanto para que se desechen esas vulgaridades que corren de boca en boca, y que hacen formar de ellas conceptos erróneos y ridículos”.
No es el propósito de la masonería hacer que el hombre quiera satisfacer por medio de ella, intereses mezquinos, el objetivo es humanitario. Se trabaja para fomentar la filantropía y la caridad entre los hombres de todas clases y condiciones y de todas las creencias religiosas. En la apertura de los trabajos, en el centro del recinto donde se halla el Ara Sagrada, el hermano Maestro de Ceremonias, da lectura al pasaje bíblico que contiene el Salmo 133…¡Mirad cuan bueno y agradable es vivir los hermanos en mutua unión, es como perfume derramado en la cabeza...”. Dando claras muestras de abnegación a la fe del hombre. Adorando al Gran Arquitecto del Universo.
Como toda Sociedad, al proponersele un candidato, tiene derecho de examinar sus vidas, y sus costumbres y tomará informaciones entre todos sus miembros, esperando que sean favorables, de lo contrario el nombre del propuesto, no vuelve a sonar en ella.
Ya formada como Logia Simbólica, constituida en Escuela de Moral, se estudia al hombre en relación con la naturaleza.
La Masonería tiene secretos que no pueden penetrarse, y juramentos que no deben quebrantarse; pero ni unos ni otros se oponen en lo más mínimo a la Religión, a las Leyes ni a la Moral.
¡Alarma!, ¡Alarma!, suena la voz al unísono entre los masones, cuando hay un aspirante intentando su incorporación por curiosidad. No conseguirá su objeto, porque los misterios en que está envuelta la Masonería y que forman sus secretos, se van comunicando por grados, que se otorgan después de muchas pruebas de fidelidad y discreción, confiriéndolos al que más lo merece y menos lo solicita. Quizá por ello no hemos sido víctimas, -así parece- de infiltraciones nefastas o invasiones lamentables. Aunque el blindaje no es muy seguro y es propenso y vulnerable a la detracción.
Demanda la Masonería una parte del tiempo de sus miembros para la asistencia a las reuniones. Pide temperancia, ser aplicado en su profesión, fiel a su jefe o Maestro, practicar la virtud, partir su pan y no comer el de otro sin pagarlo, huir del juego, la embriaguez, la usura, de todos los vicios y socorrer al hermano en desgracia.
Las distintas Logias del Estado de Nuevo León, tienen su edificio social, donde se ubican los talleres, efectuando los masones sus trabajos regularmente de lunes a viernes.
Las reuniones reciben el nombre de Tenidas, en trabajos ordinarios, Tenidas Blancas, cuando pueden asistir invitados que no pertenecen a la masonería. Son eventos especiales, celebraciones de aniversario o conferencias.
Los que asistimos regularmente, estando a plomo como se dice en términos masónicos, la consideramos unida, los hermanos disgregados, o que “están en sueños”, pueden seguir reposando su letargo, y no dejan de ser masones, su Logia (Mater) los espera, con una plaza para ustedes.
La SOCIEDAD MASÓNICA es indestructible, porque es unida; y por ser unida, fuerte, ya que la patria de los Masones es el mundo y todos los hombres virtuosos son sus compatriotas. Fuerza, Belleza, Candor, Salud, Tolerancia, Unión. Libertad, Igualdad y Fraternidad. Reinando el silencio…¡Salud!
Consulta: Liturgia del Primer Grado, Constitución y Leyes Generales Gran Logia de N.L. 1987.