Carta abierta
a la Sociedad Española
La Gran Logia de España, ante los profundos problemas que actualmente nos aquejan como sociedad, desea dirigirse por vez primera en su historia y de forma excepcional a todos los ciudadanos.
Debemos reconocer, con humildad, que la Gran Logia de España ni tiene la capacidad ni le corresponde dar respuesta como institución a los problemas del país. La Masonería tiene como único objetivo el perfeccionamiento moral de sus integrantes. Las tradiciones ancestrales de las que somos custodios llevan a la persona que pasa por ellas a perseguir la pureza de su propia conducta. Nuestra aportación serena y profunda está donde siempre ha estado: en cada miembro de nuestra Orden que pisa la calle, pues reside en él y sólo en él la esperanza de una correcta interpretación de su compromiso masónico.
Si difundimos, como institución, por vez primera una carta abierta lo hacemos para compartir nuestra profunda preocupación ante dos cuestiones que afectan a la Sociedad Española y, en consecuencia, a todos los miembros de la Gran Logia de España.
La falta de honestidad
Creemos que la ausencia de valores está en la raíz de la situación que padecemos hoy día. No podemos buscar soluciones a la crisis únicamente en un ámbito técnico, desatendiendo el debate moral y ético que recupere los valores que nunca debieron perderse.
La Sociedad Española no puede permanecer por más tiempo callada frente a la actual crisis de valores individuales y colectivos. España necesita un compromiso en su vida pública, una reflexión real y profunda en torno a la honestidad, operadores económicos y políticos honrados, personas rectas que sientan entre sus valores primordiales la necesidad de perseguir un bien común imprescindible para la convivencia democrática y el normal funcionamiento de nuestras instituciones.
La Masonería Española invita especialmente a todos los españoles a responder desde la intransigencia a cualquier forma de corrupción, pues la tolerancia, esencia de la Masonería, no puede nunca ser practicada ante acciones que no sólo empobrecen las arcas públicas de todos, sino que generan un inmenso mar de desconfianza y recelo en la ciudadanía contra aquellas instituciones que son garantes de nuestra armonía social.
El sufrimiento de las personas
Nada de lo que concierne al ser humano es ajeno a la Masonería. Como institución decimos que es imposible ignorar el sufrimiento por más tiempo. El apoyo a los más débiles debe prevalecer ahora más que nunca en nuestro país. Es necesario volver a redescubrir la naturaleza del bien común frente a los desfavorecidos, obrar de acuerdo con los dictados de la conciencia, poner en práctica en cada acto cotidiano un ideal colectivo de Paz, Amor y Fraternidad. Por ello invitamos a todas las personas a actuar en su entorno más inmediato a favor de los más necesitados, porque lo contrario, sobrellevar el día a día sin sentirse vinculado con las víctimas que está generando la actual situación, destruye nuestra propia humanidad.
Está en la mano de todos nosotros responder juntos.
[…] Fuente […]