La semana pasada, la Iglesia cesó en sus funciones a Pascal Vesin, de 43 años, párroco de Sainte-Anne d’ Arly-Montjoie, por su pertenencia a la masonería y su negativa a abandonarla. La Gran Logia de España ha mostrado este lunes su preocupación por las informaciones que se están publicando desde entonces sobre el tema.
“Para la Gran Logia de España no hay ninguna incompatibilidad entre pertenecer a la masonería y formar parte de la Iglesia Católica o de cualquier otra Institución religiosa o espiritual. No existe ninguna incompatibilidad ni legal ni moral que impida a un sacerdote católico ser masón. Ni siquiera desde el punto de vista del Derecho Canónico, ya que el actual Código Canónico no contempla la pertenencia a la masonería como causa de sanción alguna“, ha explicado a www.logiahermes.org Óscar de Alfonso, Gran Maestro de la Gran logia de España.
“En otras iglesias, como la Anglicana o la Luterana, por citar unos ejemplos, existen a fecha de hoy muchos reverendos que ejercen la masonería sin ningún impedimento por parte de nadie. Por ello mostramos nuestra preocupación por el caso de este párroco católico y seguimos con atención su evolución, porque, ciertamente, se trata de una decisión excepcional que nos retrotrae a tiempos pasados que nadie desea se repitan”, ha asegurado De Alfonso.
La logia española desea aclarar que “el valor central de la masonería es la fraternidad entre los seres humanos, una fraternidad basada en la tolerancia. No se trata de relativismo moral, sino de tolerar al otro, de convivir y reconocernos desde la tolerancia espiritual y la tolerancia política. La Masonería, respetada en los países de larga tradición democrática como Estados Unidos Francia o Gran Bretaña, siempre ha tenido grandes problemas con los totalitarismos de todo signo, como son el fascismo o el comunismo. La masonería, esa es nuestra historia, sólo molesta al pensamiento único“.
De acuerdo con el último Barómetro Masónico, “el 14,5% de sus miembros se autodefine como Católico Romano. Se trata del tercer grupo más importante dentro de la Gran Logia de España. Un 23,5% adicional se siente cristiano, sin señalar a ninguna de sus confesiones, sólo por detrás del 41,5% se consideran personas espirituales sin adscripción a ninguna religión”.
Otras posibles causas
Oficialmente, la Iglesia ordenó el cese sacerdote francés por su negativa a abandonar la masonería. Extraoficialmente, aquellos que conocían la labor del párroco -sus fieles- sabían que sus posturas en contra del celibato sacerdotal y a favor de los preservativos y el matrimonio homosexual le podrían traer serios problemas, como recogen algunas webs católicas en referencia al caso.
Vesin, ordenado sacerdote en 1996, se inició en una logia del Gran Oriente de Francia en 2001. El obispo de Annecy (Francia), Yves Boivineau, le comunicó su sanción al párraco en una reunión. De momento, parece que el sacerdote francés se enfrenta a una excomunión temporal, con prohibición de recibir los sacramentos y la suspensión de todas sus funciones sacerdotales, según publica religionenlibertad.com.
El Gran Maestro de la Logia de España explica que “sin duda, a lo largo de los siglos de historia de la masonería ha habido casos anteriores similares al del párroco Vesin y su cese de funciones eclesiásticas. Las relaciones entre la Iglesia Católica y la Masonería no han sido sencillas desde un punto de vista histórico. Pero también hay que señalar que, desde el prisma de la historia, durante los siglos XVI y XVIII hubo muchísimos sacerdotes que eran al mismo tiempo masones. Precisamente en Francia se dio esta circunstancia con especial intensidad. Por mal que les pese a algunos, esto es una realidad histórica recogida por historiadores de todo signo”.
Ya dijo la semana pasada el secretario de la Gran Logia Nacional de Francia, Claude Legrand, que la decisión de la Santa Sede parece “excepcional” porque hay “un buen puñado” de sacerdotes entre sus 26.000 miembros.
Óscar de Alfonso afirma que “el masón que es católico sigue creyendo en los postulados de la fe católica, al igual que, como por ejemplo, el masón que es judío lo hace en su propia religión. La religión pertenece al ámbito de la intimidad personal del individuo en la que la masonería no entra para nada. No le exigimos a nadie que crea en un Dios concreto, porque, precisamente, por la tolerancia que practicamos estamos abiertos a hombres de diferentes religiones que pueden convivir y trabajar masónicamente en fraternidad y armonía”.
Fuente: ElMundo