Goethe escribió “Los Misterios” a los largo de 1784 y 1785. Luego la obra quedó estancada la obra hasta que fue publicada en 1815. Una Asociación estudiantil reunida en Koenigsberg le rogó una aclaración sobre ese “enigmático fruto de su ingenio”. En abril de 1816 publicó Goethe una prolija respuesta a ese comunicado en la Hoja de la Mañana:
“Debo dar por supuesto que el lector conoce esa poesía; pero he de mencionar, no obstante, de ella lo siguiente: recordaréis que en cierta ocasión un joven religioso, habiéndose perdido en una región montañosa, acabó por salir a un ameno valle, donde halló un edificio magnífico, cuya traza indicaba servir de mansión a una comunidad de hombres piadosos, misteriosos. Encontró allí el peregrino doce caballeros, que, después de una vida borrascosa, en la que hubo hartos trabajos, dolores y peligros, tomaron la resolución, que se comprometieron a cumplir fielmente, de retirarse a aquellas soledades para servir a Dios en secreto. Un decimotercer caballero, al que los demás acataban como a su superior, estaba a la sazón a apunto e despedirse de ellos y de la vida; no sabemos cómo, es lo cierto que en los últimos días de su vida había empezado a referir cómo fuera aquella, y de esa relación diéronle al recién llegado hermano en Cristo un breve compendio, muy bien recibido. Terminaba el cuento con la aparición en medio de la noche de unos alegres jóvenes que, corriendo ligeros por los jardines, antorcha en mano, festivamente los iluminaban. Read more