Dios es unicidad unificada: uno sin dos, inapreciable. La genuina existencia divina engendra la existencia de toda la creación. Las sublimes e internas esencias constituyen en el fondo una cadena que lo vincula todo, de lo más alto a lo más bajo, extendiéndose del polo superior a los confines del universo. No existe nada -ni el más minúsculo objeto- que no se halle sujeto a los eslabones de dicha cadena. Todo está encadenado en su misterio, sujeto a su unicidad. Dios es uno, el secreto de Dios es uno, todos los mundos situados por debajo y por encima son misteriosamente uno. La existencia divina es indivisible. La cadena entera es uno. Hasta el último eslabón, todo está vinculado a lo demás; así la esencia divina está tanto abajo como arriba, en el cielo y en la tierra. No existe nada más.
Moisés de León (s. XIII)
Para obtener una cosecha debemos necesariamente sembrar el grano con la cáscara… del mismo modo, los ritos y ceremonias son necesarios para el desarrollo y perpetuación de una religión. Son los receptáculos que contienen el núcleo de la verdad y, en consecuencia, todos los hombres deben practicarlos antes de llegar a la verdad central.
Sri Ramakrishna
He visto la antigua senda, el viejo camino tomado por los Completamente Despiertos de antaño, y ésa senda es la senda que yo sigo
Samyutta-nikâya
Pues ninguna criatura, por muy racional e intelectual que sea, se ilumina a sí misma, sino que es iluminada por la participación en la Verdad eterna.
San Agustín
Te hemos revelado la Escritura con la Verdad, en confirmación y como custodia de lo que ya había de la Escritura
El Corán
El hombre refinado vuelve sus pensamientos hacia el pasado, regresa a su origen, y no olvida a aquellos a través de los cuales le ha llegado la vida.
Li Chi, Chi Yi
Aquellos que han intentado digerir el Mercurio común por medio del calor artificial, han fracasado tan grotescamente como cualquiera que se empeñara en incubar artificialmente un huevo huero.
E.Filaleteo
El efecto del Santo Sacramento. El pan del Señor actúa en nosotros como la piedra filosofal: nos transforma en oro, si estamos fundidos.
Angelus Silesius
Nada sino la verdad puede ser medida exacta de la verdad
Nicolás de Cusa