En España, el primer dato que conservamos sobre una logia de Adopción se refiere a la que intentó afiliarse a la logia Beneficencia de Josefina de Madrid, según consta en el Libro de Actas del 12 de marzo de 1811, aunque tal vez no llegase a crearse.
Con los datos conservados, podemos efectuar el siguiente proceso de incorporación de la mujer en la masonería a fines del XIX:
Primera etapa 1872-1880
Conocemos la presencia de una mujer en la logia Bética de Málaga, de otra en la logia Moralidad y de dos o tres en la logia Silencio, ambas de Barcelona; una en la logia Los Puritanos de Madrid, otra más en la logia Estrella Flamígera de Córdoba ¿Cómo eran admitidas? Por ejemplo, el Orador de la logia de Córdoba en su discurso, el día de la admisión, se alegraba de «abrir las puertas de nuestro templo para dar la luz y para que nos ayude en nuestros trabajos, a esa mitad del genero humano». La expresión «dar la luz» se refuere a las pruebas de iniciación. En este caso no parece tratarse de una «adopción», pues las mujeres «adoptadas» no pueden asistir a las actividades del taller. Lo mismo opinaba Anselmo Lorenzo venerable de la logia Hijos del Trabajo de Barcelona: «la logia quiere asociar la mujer a la obra masónica, no para tenerla en estado de adopción y dependencia como si fuese un menor sujeto a permanente tutela, sino para elevarla a la categoría de miembro activo, reconociendo a la iniciada al igual que a los demás hermanos del cuadro los derechos y los mismos deberes. La Resp. Log. Hijos del Trabajo tiene pues abiertas las puertas a la mujer virtuosa, digna y progresiva». Read more