Nosotros olvidamos que la «educación» no es nunca creativa, sino un arma de doble filo, un arma siempre destructiva; y que depende de la sabiduría o de la necedad del educador que ella sea destructiva de la ignorancia o del conocimiento.
Muy a menudo los necios irrumpen donde los ángeles tendrían temor de poner el pie.
En contra del condescendiente prejuicio vigente intentaremos mostrar:
(1º) que no hay ninguna conexión necesaria entre la alfabetización y la cultura, y
(2º) que imponer nuestra alfabetización (y nuestra «literatura» contemporánea) a un pueblo culto pero analfabeto, es destruir su cultura en el nombre de la nuestra.
Ananda Kentish Coomaraswamy