La masonería no es una sociedad secreta, es una sociedad discreta“No hacemos discriminaciones económicas ni culturales, hay de todo, desde obreros manuales a intelectuales”, dice el gran maestro, invitado a Oviedo por Tribuna Ciudadana.
Psiquiatra y diputado por Barcelona en las Cortes Generales en dos legislaturas. Ése es Josep Corominas i Busquetá. Escudero novicio y caballero bienhechor de la Ciudad Santa y presidente de la Corte Suprema de Justicia Masónica. Ése también es Josep Corominas, gran maestro de la Gran Logia de España desde mayo de 2002. Ayer visitó Oviedo invitado por Tribuna Ciudadana para dar una charla titulada ‘¿La masonería sigue teniendo vigencia hoy?’.
-Para un no iniciado: ¿qué es la masonería?
-Es una institución que pretende que la gente vaya conociéndose mejor y vaya interiorizando una serie de principios que son los que rigen la institución: la igualdad, la solidaridad, la tolerancia… Pretende explicarlo mediante símbolos, para que cada uno pueda interpretarlo a su modo, libre de dogmatismos y de verdades absolutas.
-¿Las sociedades secretas están de moda?
-La masonería no es una sociedad secreta, es una sociedad discreta. La prueba es que en la red usted encontrará miles de páginas que hablan de los masones, es de los temas que más hay. Se ha publicado todo, lo bueno y lo malo.
-¿Qué parte es realidad y cuál mito?
-Yo creo que casi todo es mito. En España siempre se ha demonizado la masonería y se ha dicho que es algo tenebroso, que no es bueno. Esto no sucede en países como Inglaterra o Estados Unidos. El jefe máximo de la masonería inglesa es alguien de la Casa Real. Hay que ir destruyendo estos prejuicios y estos mitos de España. Hace no tanto tiempo se vivieron 40 años de represión de la masonería, en los que de cualquier problema que pasaba se acusaba desde el gobierno a la masonería.
-El famoso ‘contubernio judeomasónico comunista’.
-La última vez que se citó no fue hace demasiados años. Franco, dos meses antes de morir, volvió a sacar el latiguillo. Pero hubo un gran error en la dictadura española: el comunismo es la antítesis de la masonería. En los regímenes comunistas y fascistas, siempre ha sido perseguida, todos los dictadores están en contra de una institución de este tipo.
-¿Las minorías son molestas?
-Las minorías son perseguidas, sobre todo cuando pretenden defender unos valores que están en contra de quien está en el gobierno. A lo largo de la historia de España vemos que los periodos absolutistas y dogmáticos han sido mayoritarios. En esas épocas se pretende que las personas no sean libres, y por eso la masonería ha estado perseguida. En los pocos periodos liberales, la masonería se ha afianzado.
-¿Con Rodríguez Zapatero se vive un periodo liberal? Corre el rumor de que varios ministros de su Ejecutivo son destacados masones.
-La masonería sólo puede trabajar en una situación de democracia. Volvió a resurgir a partir del año 79, con la Constitución actual. Esto es así por una razón muy simple: es respetuosa con las leyes del país donde trabaja, pero siempre que esas leyes sean dadas desde la población, no impuestas por alguien que domine.
-Siempre se relaciona a la organización con un poder en la sombra.
-Sí, pero esto es la acusación de los que no quieren que se desarrolle. Una institución que propugna que sus miembros deben ser libres difícilmente puede ser un poder organizado que dé consignas, porque esto choca con la mentalidad de los propios miembro. Lo que sí decimos es que todo aquello que vaya en mejora de la humanidad debe de saludarse, pero cada uno a su forma y en su ambiente, sin consignas y sin un poder absoluto organizado.
-Ha ocupado varios cargos de envergadura. ¿Para pertenecer a una logia hace falta destacar?
-Hay de todo, no hay ni discriminaciones económicas ni culturales. Puede ser masón desde el obrero manual a intelectuales. No se hace exclusión, lo único que se pide es que sea una persona capaz de discurrir por sí misma, de tener criterio. Si tiene esto, puede ser masón.
ANA F. ABAD/OVIEDO
elcomerciodigital.com
26-XI-2005