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Ser Francmasón

Gran Logia de EspañaLa Gran Logia de España es la Obediencia masónica mayoritaria en España, y el único Cuerpo Masónico que mantiene lazos de amistad y reconocimiento con todas las Grandes Logias regulares de todo el mundo. Con ellas comparte los antiguos principios de la Fraternidad masónica universal y su transmisión iniciática.

La francmasonería universalmente reconocida agrupa a más de seis millones de miembros en todo el mundo.

La Gran Logia de España tiene en la actualidad alrededor de 3.000 miembros distribuidos en 170 logias por toda la geografía del Estado que trabajan diferentes Ritos Masónicos: Emulación, Escocés Antiguo y Aceptado, York, Francés moderno, Escocés Rectificado, Rito Sueco, Schroeder.

Ingreso

El ingreso en la Francmasonería se fundamenta en una decisión libre, individual y responsable. La masonería no hace ningún tipo de proselitismo, por lo que cualquier solicitud debe emanar de la voluntad y el convencimiento del solicitante.

La Gran Logia de España es una institución absolutamente abierta a todas aquellas personas interesadas en saber algo más sobre la Francmasonería, sea por simple curiosidad, sea porque contemplan la posibilidad de solicitar su ingreso. Consideramos que es del todo recomendable disponer del suficiente conocimiento sobre los principios y finalidades de la Francmasonería para poder tomar una decisión libre y fundamentada.

Requisitos para ser Masón

Toda persona que esté interesada en pertenecer a la Francmasonería ha de reunir los siguientes tres requisitos:

• Ser una persona LIBRE, puesto que la solicitud de iniciación a la Masonería ha de ser consecuencia de la innata libertad individual, lejos de toda presión, influencia, dependencia, o circunstancia que la coarte.

• Ser una persona DE BUENAS COSTUMBRES, es decir, digna de confianza, honrada en su vida privada, en su forma de trabajar, y de buena reputación.

• CREER EN UN PRINCIPIO SUPERIOR o Causa Primera de todo lo creado, al que se denomina comúnmente como Dios, y que los masones, respetando siempre la libertad del individuo ante cualquier creencia particular, nombran como Gran Arquitecto del Universo.

Además, para ser miembro es preciso ser varón, mayor de 21 años, sin distinción de nacionalidad, grupo social o religión, tener una mínima capacidad de comprensión de los conceptos filosóficos de la Orden y disponer de una “ciencia, arte, oficio, o renta” tal como expresan los antiguos lineamientos de la Orden.

Procedimiento de ingreso

Un candidato puede estar recomendado por un miembro de la Logia en la cual desea ingresar, o plantear su solicitud directamente a la Logia. Su solicitud es leída en una reunión y pasada a un comité compuesto por dos o tres miembros del Taller, quienes, por separado, entrevistan al peticionario con la finalidad de conocerse mutuamente, aclararle ideas y responder a sus posibles preguntas.

Después del informe de la comisión a la Logia, y si existe una solicitud en firme del peticionario, ésta es sometida a votación por sufragio secreto y universal de los miembros de la Logia y, en caso de ser aceptado, empieza el proceso que desembocará en su Iniciación y su ingreso en la Masonería como un miembro más de la Logia, sin más derechos y obligaciones que aquellos que vengan determinados por el grado masónico.

 

Pertenencia a la Orden

La pertenencia a la Orden conlleva derechos y obligaciones:

• Disponer de cierto tiempo disponible para asistir a las reuniones y comisiones.

• Tener un medio de vida suficiente para poder practicar el método masónico, pagar las cuotas, y poder realizar modestas aportaciones a obras benéficas.

• Mantener una coherencia ética con sus ideales dentro y fuera de la Orden.

• Trabajar por el progreso moral, la razón, la justicia, la tolerancia, el amor al prójimo y una recta conciencia.

• Compromiso con la Orden y sus miembros de estudiar, asimilar y profundizar en los principios, valores, y antiguos usos de la francmasonería, con el fin de hacer efectivo el legado iniciático que se le transmite.

Cualquier miembro de la Masonería puede causar baja libremente, en su Logia o en la Obediencia, de forma inmediata. Aunque también es posible dejar de pertenecer a una jurisdicción masónica al ser excluido de ella como medida disciplinaria, ya sea por motivo de actos indignos en la vida privada, o por cometer alguna infracción reglamentaria propiamente masónica.

La pertenencia a la masonería no supone ningún tipo de ventaja material.

No están permitidas las discusiones ideológicas sobre política y religión.

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Masonería en Euskadi

Euskadi y Masonería

El centenar de masones repartidos por las logias de Euskadi forman el Colegio Vasco de Maestros Masones.

“Nuestra pertenencia a una logia masónica no excluye otras militancias en partidos o determinadas creencias religiosas”, resume Javier Otaola, un histórico de esta “tradición filosófica”.

Los tiempos en los que la propaganda franquista acuñó la coletilla del “contubernio judeo masónico” para intentar perseguir, denigrar y sepultar en las catacumbas a los masones españoles quedan ya muy lejos. Tan lejos que cuando el letrado y escritor Javier Otaola, que lo ha sido todo en el mundo de los masones, es preguntado por ese halo de misterio que aun rodea a la masonería, aprovecha para explicar que los masones no esconden nada. “Lo nuestro es básicamente una tradición filosófica con un fuerte contenido simbólico que sobre todo pretende ser útil, para los que nos incorporamos a una logia, en nuestro crecimiento personal. Lo nuestro no va de filosofía erudita, ni nos da por citar a Platón, Hegel o Descartes cuando nos juntamos. Lo que en realidad pretendemos es reflexionar sobre nosotros mismos y dar respuesta a tres preguntas básicas: ¿Quién soy yo?, ¿qué es el mundo para mí? y ¿cómo voy a afrontar la muerte”.

Lo que en un primer momento llama más la atención de la masonería es todo su ropaje simbólico, sus saludos secretos, la estética que acompaña las tenidas (reuniones de masones que están muy pautadas y que cada logia organiza a su antojo), sus manos entrelazadas en círculo en torno al fuego o los ritos iniciáticos que sus miembros deben observar para incorporarse a una logia. La simbología masónica y toda la parafernalia que supone esa particular tarjeta de visita de los masones fue precisamente lo que captó la atención de Otaola, letrado en el Gobierno vasco y ex síndico de Vitoria, hace ya más de tres décadas. Aquel 24 de junio de 1981, este letrado bilbaíno se convertiría en el primer iniciado en la masonería en el País Vasco desde el fin de la II República y el periodo de persecución durante la etapa franquista. “Tenía 22 años y me acuerdo perfectamente. Otro joven se inició conmigo. Mi flechazo con la masonería se produjo a través de sus símbolos. Es cierto que el contenido de ateneo, de rasgo anticlerical, de foro de librepensadores que rodea a esta tradición filosófica me parecía muy interesante, pero fue el elemento simbólico lo que me enceló finalmente”, confiesa. Read more

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Masonería y música en España

música y masoneríaEstando las actividades masónicas dotadas de un alto grado de ritualización, la música ha desempeñado siempre un papel fundamental. La teoría pitagórica de las consonancias y el modelo musical platónico del universo físico fueron recogidos por Aristóteles, Arístides Quintiliano y Boecio y transmitidos hasta los filósofos, astrónomos y artistas de los siglos posteriores, como Kepler e incluso Leibniz.  Durante la Edad Media, la música era también considerada una suerte de «arquitectura». La «música de las esferas» no es sino el resultado de la armonía cósmica, el Gran Arquitecto del Universo es también el Gran Maestro Compositor del Cosmos.

Músicos Masones

Geminiani, Spohr, Clerambault, Gossec, Méhul, Mattheson, Philidor, Puccini, Salieri, Cherubini, Spontini, Hummel, Pleyel, Kreutzer, Mozart, Haydn, Sibelius, etc. optaron por su participación regular en las logias. Aquellos que eran músicos actuaban como tales ocasionalmente en alguna celebración especial, pero sin constituir clase o categoría diferente desde el punto de vista masónico.

En España tenemos constancia de numerosos masones músicos. La Logia fundada en Barcelona en 1748, que estuvo activa hasta 1751, y se recompuso y prosiguió sus actividades en 1755, precisamente bajo la dirección de un músico, Francisco Serrat; en marzo de 1756, ya se había incorporado a dicha logia al menos otro músico, Francisco Rossell (Archivo Histórico Nacional, Madrid, Inquisición, legajo 1723); en el proceso seguido por la Inquisición hallamos la declaración de otro músico, Manuel Planas.

Algunos tuvieron una actuación decisiva en defensa de sus hermanos de fraternidad. Es el caso del tenor Carlo Broschi, más conocido por el sobre nombre de Farinelli. Caballero de Puga escribió sobre él lo siguiente: «La importancia de aquellas [las logias], en que la mayoría de sus miembros pertenecían a la nobleza y a las clases influyentes, hizo que el Santo Oficio, para ponerse a cubierto, recabara del Rey la interdicción de la Orden, y Fernando VI, por decreto de 2 de julio de 1751, la prohibió en todo el reino, y dictó pena de muerte para todo aquel que la profesara, sufriendo muchos las torturas de la Inquisición, y debiendo otros su libertad al célebre músico Farinelli, que por medio de su gran valimiento con la Reina y de su intimidad con el Marqués de la Ensenada, logró hábilmente salvar a muchos dentro del mismo Palacio, dándoles comisiones de Real Orden para diferentes puntos de la Península y América, con objeto de alejarlos del peligro». Cuando tras abandonar Madrid en 1759 se instaló en Bolonia, recibió allí visitas de antiguos compañeros y amigos, entre ellos de los Condes de Montijo y de Fernán Núñez y del Duque de Arcas, y también de algunos compositores y escritores como Martini, Gluck, Mozart y Casanova, masones todos ellos (E. Caballero de Puga, Francmasonería. Ritual del maestro francmasón, seguido de la Historia de la Francmasonería y de la segunda parte de la Jurisprudencia Masónica, Madrid, Dionisio de los Ríos, 1888).

Otro músico que alcanzó celebridad en los años finales del siglo XVIII fue Carlos Ordóñez, vienés de origen español afiliado a la logia Zu den drei Adlern, que en 1786 se pasó a la nueva logia Zur Wahrheit al fundirse con otras dos: Zur Palmenbaum, a la que pertenecía el célebre clarinetista Anton Stadler, y Zur wahren Eintracht, en la cual había recibido W. A. Mozart el grado de Compañero el 7 de enero del año anterior, apenas una semana después de que F. J. Haydn presentase su candidatura para ser iniciado.

En la Gran Logia Nacional de España bajo los auspicios de José I, que fue su Gran Maestre desde su creación en 1809, sus actividades se centraban mayoritariamente en Madrid, donde está documentada la existencia de al menos siete logias. En la logia Beneficencia de Josefina, la casi totalidad de los músicos que en ella figuran son españoles: Francisco Adela, Juan Albertos, Juan Barneda, Antonio Hecht, Lorenzo Heik, Santiago Llagostera, Narciso Paz, Francisco Trigo y Felipe Valverde.

Con informaciones procedentes en su mayor parte de la documentación conservada en el Archivo Histórico Nacional (tanto de la sección Inquisición, en Madrid, como sobre todo de la sección Guerra Civil, departamento Masonería, en Salamanca, así como del Banco de datos del CEHME) se registran hasta el momento casi dos centenares de músicos. Figuran libretistas como Eduardo Jackson Cortés y José Jackson Veyán, Luis Fernández Ardavín, Palomino de Guzmán, José Caviedes, Eusebio Sierra o Miguel Ramos Carrión, así como compositores e intérpretes como José Rodoreda, Juan Cuyás, Jaime Llombart, Antonio Bonnin, Manuel Dordal, Conrad Ferrer, Joan Bonastre, Pedro Grau, Enrique Arbós, Manuel Nieto, Francisco Jiménez Delgado, Dionisio Granado, Manuel Chalons, Luis Napoleón Bonoris, Tomás Bretón, Apolinar Brull o Máximo Marchal, algunos de los cuales aún siguen en activo a principios del siglo XX, época a la que pertenecen Julián Benlloch, Juan Frívola, José Parera, Gustavo Pittaluga, Julio Gómez, Pau Casals, Eduardo Martínez Torner o Matilde Muñoz. No es ella la única mujer que figura en las logias, pues ya mucho antes encontramos en ellas a Ecilda Maciá de Lacal, Aurea Rosa Clavé o Clotilde Cerdá, más conocida por su nombre artístico de Esmeralda Cervantes, etc., etc.

También hay constancia documental de los masones de una orquesta de La Habana que constituían en 1890, más de las tres cuartas partes de la logiaAmor de Zaragoza, nº 272. Otro ejemplo fue la logia parisina de Saint-Jean de Palestine que estaba compuesta únicamente por miembros de la orquesta de Ópera-Comique, o de la «Philo Musicae et Architecturae Societas Apollinis» creada por la logia londinense At the Queen´s Head para difundir el pensamiento masónico a través de los conciertos públicos.

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Influencias espirituales y “egregores”

masonería espiritualSe afirma que la palabra «egregor» designa lo que se puede llamar propiamente una «entidad colectiva». Esto no representa más que una de las numerosas fantasías del moderno lenguaje ocultista. Esta palabra es puramente griega y jamás ha significado en realidad otra cosa que «vigilante». Estamos ante un nuevo ejemplo de la confusión de lo psíquico y de lo espiritual.

Ciertamente, se puede considerar cada colectividad como disponiendo de una fuerza de orden sutil constituida en cierta manera por los aportes de todos sus miembros pasados y presentes, y que, por consiguiente, es tanto más considerable y susceptible de producir efectos más intensos cuanto más antigua sea la colectividad y cuanto mayor sea el número de miembros que la componen; por lo demás, es evidente que esta consideración «cuantitativa» implica esencialmente que se trata del dominio individual, más allá del cual ya no podría intervenir en modo alguno. Lo colectivo, tanto psíquicamente como corporalmente, no es otra cosa que una simple extensión de lo individual, y que, por consiguiente, no tiene absolutamente nada de transcendente, contrariamente a las influencias espirituales que son de un orden completamente diferente. Para tomar los términos habituales del simbolismo geométrico, es menester no confundir el sentido horizontal con el sentido vertical. Read more

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Masonería e Islam

Masonería e IslamLa relación entre algunas religiones y la masonería a menudo ha sido conflictiva. La masonería se define a sí misma como adogmática, dejando libertad a sus miembros de profesar la religión que cada uno decida o no profesar ninguna. Su posición favorable a la libertad de conciencia y su posición contraria al clericalismo político, le ha supuesto a lo largo de su historia, la crítica por parte de distintas confesiones religiosas, especialmente el catolicismo y el islam. La relación con las diferentes expresiones protestantes ha sido, sin embargo, menos espinosa.

Los estados confesionales tanto católicos como musulmanes han reprimido la masonería de diferentes formas: desde el simple acoso, pasando por penas de prisión para los masones, llegando a la pena de muerte por el simple hecho de ser masón. Las acusaciones que, desde el ámbito de estas Iglesias, se dirigen a la Masonería suelen ser de ateísmo, de relativismo moral y filosófico, de promover una religión previamente estigmatizada (por ejemplo el judaísmo) y hasta de adoración del Diablo.

En el caso de la religión islámica, la condena queda reflejada en el siguiente documento:

Colegio de Jurisdicción Islámica (15 de julio de 1978)
Presentado en la Universidad Azhar de El Cairo.

El C.J.I. declaró:

“Después de una completa investigación concerniendo a esta organización, basado en hechos escritos provenientes de numerosas fuentes, nosotros hemos determinado que:

(1) La masonería es una organización clandestina, que oculta o revela su sistema, dependiendo de las circunstancias. Sus principios actuales son escondidos a sus miembros, excepto a miembros escogidos de grados superiores.
(2) Los miembros de la organización, mundialmente, son tomados de hombres sin preferencia por su religión, fe o secta.
(3) La organización atrae a sus miembros bajo la base de proveer beneficios personales. Enzarza a los hombres en volverse políticamente activos, y sus fines son injustos.
(4) Los nuevos miembros participan en ceremonias de diferentes nombres y símbolos, y son asustados de desobedecer sus regulaciones y ordenes.
(5) Los miembros son libres de practicar su religión, pero solo los miembros que son ateos son promovidos a grados superiores, basados en cuanto están dispuestos a servir a sus peligrosos principios y planes.
(6) Es una organización política. Ha servido en todas las revoluciones, tanto transformaciones militares como políticas. En todos los cambios peligrosos esta organización aparece tanto expuesta como veladamente.
(7) Es una organización judía en sus raíces. Sus máximos Dirigentes secretos son judíos y promueven actividades Sionistas.
(8) Sus objetivos primarios son el distraer de las religiones y distrae a los musulmanes del Islam.
(9) Intenta reclutar hombre con influencia financiera, política, social o científica, para utilizarlos. No toma en consideración aplicantes que no pueda utilizarlos. Recluta reyes, primeros ministros, altos oficiales del gobierno e individuos de similar condición.
(10) Tiene ramas bajo diferentes nombres a forma de camuflaje, para que la gente no pueda dar seguimiento a sus actividades, especialmente si el nombre de masonería tiene oposición. Estas ramas son conocidas como Lions, Rotary, y otras. Ellas tienen principios malvados que contradice completamente las reglas del islam. Hay un clara relación entre Masonería, Judaísmo y el Sionismo Internacional. Ha controlado las actividades de altos oficiales arabes en el problema palestino. Ha limitado sus deberes, obligaciones y actividades para el beneficio del judaísmo y el sionismo internacional.
Dado que la masonería se involucra en actividades peligrosas, es un gran peligro, y con objetivos malvados, el Sínodo Jurisdiccional determina que la masonería es una organización peligrosa y destructiva. Cualquier musulmán que se afilia a ella, sabiendo la verdad de sus objetivos, es un infiel al islam“.

Colegio de Jurisdicción Islámica, 15 de julio de 1978

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Franco quiso ser masón

Diario 16.    29/06/1977.  Páginas: 1. Párrafos: 13.

Franco, por dos veces, intentó ingresar en la masonería, y en ambas ocasiones fue rechazado. La primera, cuando aún era teniente coronel, presentó su solicitud en la logia “Lukus”, de Larache. La segunda, ya en la República, y también fue rechazado.

Estos datos, bien avalados por una interesante investigación histórica llevada a cabo por el profesor José Antonio Perrer Benimeli, uno de los mejores especialistas en la materia, aparecen en el número correspondiente a Julio de la revista mensual “Historia 16″.

Dos negativas

La logia “Lukus” estaba formada por civiles y militares. Y fueron estos últimos quienes no aceptaron la candidatura de Franco. Según el testimonio del teniente coronel Morianes, los motivos alegados para no admitirle en la masonería fueron varios, aunque el principal de ellos se relacionaba con la aceptación por Franco del ascenso a teniente coronel, cuando se había comprometido, al igual que el resto de la guarnición de Marruecos, a no aceptar ascensos por méritos de guerra. Hubo otros motivos más, pero ninguno de ellos de índole estrictamente política.

La segunda vez que Franco quiso entrar en la masonería fue en 1932 y en Madrid. También esta vez fueron los militares los que se opusieron a su ingreso (Núñez de Prado, Cabanellas, Pozas Perea, Julio Mangada, Pérez Farras y su propio hermano, comandante Ramón Franco, entre otros). Este segundo rechazo también está avalado por la declaración Jurada del teniente coronel Morlanes.

A partir de esta segunda negativa, según los testimonios de algunos de sus compañero de armas, nació en Franco su obsesión antimasónica, una de las constantes en el perfil psicológico del dictador, que en muchas ocasiones rayó con la locura. Read more

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Orígenes de la Masonería en los EE.UU.

washington mason

El primer masón conocido en la historia de Estados Unidos fue John Skene. Había ingresado en la Logia número 1 de Aberden, Escocia, en 1682. Ese mismo año emigró a Norteamérica, instalándose en Burlington, estado de Nueva Jersey, del que llegaría a ser vicegobernador en 1685 y hasta su muerte en 1690.

El primer masón nacido en Estados Unidos fue Jonathan Belcher, natural de Boston, donde viera la luz el 8 de enero de 1681. Durante una estancia en Londres, Belcher se afilió a una logia masónica (1704). Fue gobernador colonial de Massachussetts y New Hampshire. Con el paso del tiempo, otros masones debieron emigrar a Norteamérica. Massachusstts y Pennsilvania en 1730 disponían de logias masónicas.

Henry Price es llamado a veces el «padre de la masonería norteamericana». Nació en Londres alrededor del año 1697, y emigró a Norteamérica en 1723. Visitando Londres en 1730, fue incluido en la logia nº 75 que se reunía en el café del Arco Iris (Rainbow Coffee House) y en abril de 1733, fue nombrado por la Gran Logia inglesa Gran Maestre Provincial de Nueva Inglaterra, autoridad que al año siguiente le sería extendida a toda Norteamérica. Murió en mayo de 1780.

El 23 de septiembre de 1743, Thomas Oxnard fue nombrado Gran Maestre de Norteamérica por Lord Ward, Gran Maestre de la Gran Logia de Inglaterra. Oxnard se había hecho miembro de la logia 1 de Boston el 27 de enero de 1736.

Quien quiera estudiar la historia de la masonería en las colonias norteamericanas durante la Guerra de la Independencia se encontrará con el obstáculo de no disponer apenas de documentos originales. A pesar de ello hay un considerable número de escritores masónicos empeñados en atribuir a la masonería un relevante protagonismo en la guerra de la Independencia y convertir a los principales dirigentes de la contienda en afiliados a alguna logia. Afirman, entre otras cosas, que la famosa «reunión de té» de Boston se fraguó en la logia de San Andrés; que todos los generales de George Washington eran masones y que los firmantes de la Declaración de Independencia también lo eran, así como todos los que firmaron la Constitución de Estados Unidos a excepción de uno. Pero ninguna de estas aseveraciones es correcta. Read more

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Desmitificando la Masonería

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¿Hizo política la Masonería Española?

masonería española

Como expresó Martínez Barrio en su mensaje a la Asamblea anual de 1926, si bien la masonería no es un partido político y ni siquiera una asociación con fines partidistas, «por desgracia había un número considerable de masones que confundían las logias con vulgares asociaciones políticas». Y en un artículo titulado «Masonería y Política», publicado en 1929 en el Boletín Oficial del Supremo Consejo del Grado 33 para España se salía al paso de esta deriva que incluía también a muchos masones:

“Si por política se entiende el esfuerzo inteligente, sistemático y humano para emancipar al hombre, a la familia y a la sociedad de las preocupaciones, de la ignorancia, de los privilegios y de las ruindades, a nuestra Orden hay que situarla en la cumbre de la política.

Si por política se entiende la acción educativa par llevar al hombre el sentimiento del deber, induciéndole a consagrarse al servicio del Bien y de la Verdad, nada más político que nuestra Institución.

Si por política se entiende el trabajo sistemático para inculcar a los hombres el alto concepto de responsabilidad en la obra colectiva como miembro de una sociedad en que hay normas de justicia que observar, principios de caridad que cumplir, mandatos imperativos de fraternidad que respetar, pocas organizaciones tendrán un sentido más alto y noblemente político que la nuestra.

Pero si política es partidismo, caudillaje, acción violenta, lucha terrena, pugna profana por ocupación, dominio y disfrute del Poder público, la Francmasonería no fue, no es, ni será nunca política”. Y se iniste en que en el templo masónico, basado en el amor y en la fraternidad, jamás se debía dar cabida ni entrada a las pasiones de la política mundana «que dividen a los hombres, los enfrentan, los separan y los lanzan a la guerra». La conclusión es categórica: «No; de ningún modo. La Francmasonería no puede ser sometida a la política, porque está sobre ella, es de condición espiritual más noble, su rango moral es más elevado». Read more

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Templo Masónico de Santa Cruz de Tenerife

El alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, firmó ayer, miércoles, sendos convenios con dos de las principales organizaciones de la masonería a nivel estatal, el Supremo Consejo del Grado 33 y la Gran Logia de España, para rehabilitar el Templo Masónico de la calle San Lucas.
Los acuerdos se han suscrito con el soberano gran comendador del Supremo Consejo del grado 33, Jesús Soriano, y el gran maestre de la Gran Logia de España, Óscar de Alfonso, en presencia del quinto teniente de alcalde y concejal de Planificación Estratégica y Economía, Florentino Guzmán. La colaboración ha sido posible gracias a los contactos mantenidos desde el citado departamento con la masonería para buscar financiación que posibilite la apertura del Templo Masónico como un museo y centro de interpretación que constituya un atractivo turístico en la ciudad.
Bermúdez celebró la firma, ya que “supone una manifestación del espíritu de esta ciudad donde se busca la colaboración de lo público y de lo privado”. A través de los citados convenios, las organizaciones masónicas se comprometen a colaborar en la búsqueda de financiación tanto para el proyecto como para las obras de rehabilitación.
Aunque el convenio, que tiene una duración de 4 años, no fija un marco temporal para la rehabilitación, el alcalde confió en que “Santa Cruz recupere cuanto antes una de las pocas cosas únicas que podemos decir que no tiene nadie más”. En ese sentido, Jesús Soriano situó el Templo Masónico de la capital al mismo nivel que los existentes en Londres y Washington, que son un polo de atracción turística “no sólo para los masones, sino para cualquier persona con curiosidad intelectual”.
Florentino Guzmán anunció que el próximo otoño se realizará una presentación del proyecto en un congreso internacional sobre masonería que se celebra en Valencia. “A partir de ahí confiamos en lograr un impulso en la rehabilitación”, explicó. Por su parte, Óscar de Alfonso confió en que es posible encontrar los fondos “para hacer realidad este sueño: rehabilitar el Templo Masónico, un referente canario, español y mundial”.
En el convenio recién firmado, el Ayuntamiento se obliga a impulsar la rehabilitación integral de este edificio, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), con el asesoramiento de ambas instituciones. El proyecto de restauración del Templo deberá contemplar la recuperación del mayor número de elementos originales del inmueble y la restitución de archivos, pinturas originales y fotografías existentes y otros bienes muebles.
El BIC será la sede de un museo y centro internacional de interpretación de la masonería. Además contará con una programación anual de charlas cursos, encuentros, congresos, exposiciones y premios sobre la masonería y los valores que ha transmitido a la sociedad. Sin perjuicio de estos usos, en los momentos libres de actividades propias del centro, las instalaciones del Templo se pondrían a disposición de los grupos masónicos que así lo solicitasen para celebrar sus ritos.
El Templo Masónico de Santa Cruz de Tenerife constituye un ejemplo único en España, y de los pocos de toda Europa, de arquitectura genuinamente masónica. Una vez restaurado, el Templo será una pieza clave de la nueva estrategia turística de Santa Cruz, basada en el turismo cultural y urbano, en fortalecer el turismo excursionista y especialmente en afianzar el segmento de cruceros.
Este BIC reviste un enorme interés para completar el producto turístico santacrucero en estos tres segmentos, tanto por su singularidad como por la historia de su expolio y futura recuperación, además del arraigo y prestigio del movimiento masónico en buena parte de nuestros mercados emisores. La localización del Templo permitirá, además, cubrir vacíos en las distintas rutas e itinerarios de visita de nuestra ciudad haciendo de nexo entre zonas, facilitando así la complementariedad entre turismo, comercio, ocio y restauración.
Fuente: ElDía
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