El Rito masónico es la "herramienta" del desarrollo de nuestro intelecto. Según una manera de ver las cosas demasiado extendida en nuestros días, la mayoría de los Masones no utilizan las "herramientas" (que son los símbolos de la Iniciación del Oficio de los constructores) más que para corregir sus comportamientos sociales y pretender mejorar así a la Humanidad.
Ignoran que estas "herramientas" y los Ritos sonoros, gestuales y visuales que las acompañan, están en verdad destinados a obrar en el interior de cada uno. Al contrario que en la edificación de una obra visible, entre ruidos de golpes de Macetas y Cinceles y órdenes de los jefes de talleres, esas "herramientas" de la obra "operativa" no encuentran su verdadera utilidad más que en su eficaz empleo simbólico, interiorizado en el silencio meditativo, el único capaz de hacer descubrir lo Real que hay bajo lo aparente, la Causa que se manifiesta en el efecto visible, el hilo de Ariadna en el laberinto de la Manifestación.
Con esta condición es con lo que la Iniciación y los Ritos que la prolongan permiten alcanzar certezas, no discutidas por no discutibles, y, como consecuencia necesaria, la dicha del Conocimiento de las verdaderas "luces" de nuestro presente mundo, tan maravillosas cuando se comienza a entrever su verdadero sentido.
En numerosas Cámaras de Reflexión* aparece inscrita la sentencia pitagórica:
"Que nadie entre aquí si no es geómetra".
Pero la Iniciación masónica no podría ser un callejón sin salida a esto.Todos reconocemos que no es verdaderamente necesario ser matemático para practicar esta clase de "geometría".
A menudo, ciertos masones modernos se creen "cualificados" y consideran que los antiguos canteros que labraban la Piedra no conocían más que la obra visible, cuando lo que sucedía era que el Oficio transformaba al artesano que no podía evitar así comprender, progresivamente y cada vez más profundamente, las "razones" metafísicas, como exponía René Guénon.
*La "Cámara de Reflexión" es el recinto del Taller en el que el postulante
permanece durante unos minutos antes de ser recibido para su iniciación.
(Fragmento, en traducción libre, de "El collar de Perlas y la Cadena de Unión" del Nº 75 de"Vers la Tradition")