Los dos primeros grados masónicos constituyen una sublimación simbólica de los dos grados profesionales en los que se encuadraron los constructores medievales. En una primera etapa, los antiguos masones de las cofradías del oficio, tanto escoceses como ingleses, conocieron, en opinión de la mayor parte de los historiadores especializados en el tema, solamente un ritual de iniciación común para compañeros y maestros. Los primeros rituales específicos para los Aprendices aparecieron, más tarde, en Escocia. Sin embargo, en este país, y no en Inglaterra, los masones de oficio estaban organizados profesionalmente en los tres niveles de aprendiz, compañero y maestro, ya que en Inglaterra, los maestros no eran sino compañeros en posición de conseguir trabajo y de presidir las tareas de los restantes profesionales de su equipo o logia, para realizar los proyectos de quienes encargaban o patrocinaban las obras. Los maestros escoceses contaban, en el siglo XVII, con un ritual para la transmisión ³de la Palabra del Masón², que estuvo en el orígen de lo que después fueron los métodos rituales de la Masonería simbólica.
La creación del tercer grado simbólico fué consecuencia de la necesidad de proyectar simbólicamente la figura del maestro constructor escocés, tal como existía en el siglo XVII, cuando eran numerosos los masones aceptados en los diversos talleres escoceses. Recordemos que el Maestro masón simbólico ha de poder armonizar lo inmanente con lo trascendente, como premisa de su construcción espiritual. A partir de ahí, su búsqueda constructiva debe ir más allá y, por ello, su edad simbólica es de siete años y más...
Pronto, el mismo proceso evolutivo hacia la simbolización filosófica que dió origen al tercer grado, movió a algunos a reunirse para reflexionar juntos sobre temas implícitos en la densa síntesis que constituye ese grado y que no parecía oportuno tratar en reuniones o tenidas ordinarias, dada la necesidad de desarrollar en ellas la temática de interés general. El tercer grado es, realmente, el primero de los grados superiores del método iniciático masónico en general. Sin embargo, el despliegue de su contenido potencial ha dado lugar a una variedad de lo que en términos filosóficos docentes se suele llamar ³escuelas², diferenciables por su sistemática. Puesto que el método masónico de ascesis es gradual y ritualizado, surgieron, durante los últimos tres siglos, sistemas rituales condensados en lo que llamamos Ritos, con distinto número de grados complementarios del tercer grado fundamental, aunque manteniendo todos ellos la unidad básica en los tres primeros.