Estos artículos expresan un punto de vista particular con respecto a una cuestión de actualidad o a una noticia. Lo importante en ellos no es la noticia que se da o comenta, sino lo que el autor opina sobre algo que incluso puede haber ocurrido hace tiempo. Su característica fundamental es la de analizar un hecho para orientar al lector desde una óptica personal explícita.
La "Associated Press" reveló, el pasado 10 de julio, que la Agencia gubernamental de Estados Unidos para la Protección del Medio Ambiente (EPA) ha reducido el "valor de la vida estadística" de 7,8 millones de dólares (según sus cálculos de 2003) a 6,9 millones, en 2008. El valor de una "vida estadística" es el que supuestamente tiene para la sociedad americana salvar una vida humana, según la administración Bush.
La Agencia para la Protección del Medio Ambiente, creada en 1970 bajo la presidencia de Richard Nixon, nunca ha logrado realizar su trabajo sin interferencias y presiones, ejercidas por las grandes empresas norteamericanas y sus correspondientes lobbys políticos, para congelar o amañar la reglamentación oficial de cuanto concierne al medio ambiente. La dotación presupuestaria de la EPA se ha visto, además, progresivamente reducida durante los últimos años, limitando su capacidad investigadora. Durante la actual administración Bush, especialmente celadora del " mercado libre", se ha convertido, según algunos críticos norteamericanos, en un arma reservada de la Casa Blanca.
(Extracto de un artículo aparecido en "Le Monde", el 17.10.08)
¿Van a provocar las mujeres un conflicto histórico en el seno del Gran Oriente de Francia, primera Obediencia masónica del país?
169 maestros masones, pertenecientes a cinco logias, fueron convocados ante el tribubal de la Justicia Masónica (Tribunal interno, de honor. N. del T.), en París, el viernes 17 de octubre. Su delito: haber iniciado a seis mujeres en primavera, en contradicción con la tradición de esta obediencia exclusivamente masculina. Suspendidos ya a título colectivo, estos maestros se arriesgan ahora a una suspensión individual.
Norteamérica es la culminación formal del proceso histórico de consolidación de la democracia en un país que, como otros, no descartó la esclavitud como forma de existencia humana hasta la segunda parte del siglo XIX. Aquella decisión costó una guerra civil que dejó profundas huellas en la sociedad norteamericana. La lucha por los derechos humanos que, desde entonces, tuvieron que mantener - y siguen manteniendo - los ciudadanos afro-americanos y los de otras etnias y condiciones, constituye toda una epopeya salpicada de vejaciones e injusticias. En ese sentido, Barack Obama constituye todo un símbolo.
Pero esta investidura presidencial tiene otra dimensión, quizás menos emotiva, pero igualmente de alcance universal, polarizando un haz de esperanzas bien diversas: algunos "riquísimos" esperan que Obama se limite a ser imagen patente de democracia madura, finalmente vencedora de una barrera racial que, en Estados Unidos, parecía inexpugnable. Es lógico pensar que los medio-pobres y los "pobrísimos" esperen algo más: justicia y equidad en la distribución de la riqueza social e igualdad de oportunidades para su desarrollo como individuos.
Criticando con dureza la Ley de Educación para la Ciudadanía, integrada en la normativa educacional española aprobada por las Cortes, aseguraba recientemente Zenon Grocholewski, Prefecto de la Congregación Pontificia para la Educación Católica, que el Estado debe "respetar el derecho de los padres a determinar la educación ético-religiosa que quieren para sus hijos, en base a los "sanos principios de la democracia". Añadía el politico vaticano su oposición a la actitud que cree que manifiesta "alguna corriente política, hoy en el poder, porque busca imponer a todos la propia concepción relativista sobre los comportamientos ético-morales".
En una elegante residencia de la docta, serena y encantadora ciudad de Tübingen (la medieval Tubinga), cercana a Stuttgart, a orillas del Neckar y rodeado de libros - muchos de ellos escritos por él mismo - vive Hans Küng, un viejo sacerdote y profesor suizo que accedió a la cátedra de Teología Dogmática Católica en 1960 y que es, actualmente, el más brillante contestatario de las posturas oficiales de la ICAR, patrocinadas por Juan Pablo II y Benedicto XVI.